Recuerdo esa mañana fria
y cautelosa en la que
dices adios, en la
que no tuvistes piedad
de mi sensatez.
Volveras a mis brazos,
labios, cuerpo y alma,
en el que
recuerdo como abrazabas
y podia sentir
tu palpitar.
En el que con solo verme
temblaba, y al sonreir
para poderte apretar
tus labios lentamente
y no pedir
nada mas a Dios.
Volveras tan solo una vez
para poder disfrutar un dia,
dia que implorare que se alarge
y que toda mi impotencia
se retorne en la pasión
que siempre habia tenido
solo para ti ...
-Saraì Zeceña-
-Saraì Zeceña-
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